Aunque a muchos no les guste, el arranque de sexenio de la administración peñista no podría ir mejor. Con bombo y platillo el Presidente EPN ha ido sumando a su causa a políticos de todas las ideologías, que han comprendido que más les vale alinearse por la derecha, porque Peña no es ningún blandito y si no, pregúntenle a los macheteros de Atenco.
No obstante, todavía quedan algunos amargados, que viven instalados en los años 90, que siguen hablando de apertura política, de democracia y demás payasadas que en el nuevo milenio del PRI simplemente no tienen cabida. Esos dinos no han querido entender que México votó y Peña les pagó; peso sobre peso cada voto que recibió el candidato del PRI fue debidamente recompensado, ya fuera con tarjetas de débito o en efectivo. ¿Por qué el afán de seguir mirando al pasado?
La única explicación posible es que esas hienas que atacan al Presidente ya se terminaron su saldo en la tarjeta Soriana, y como no les alcanza para el súper, ahora quieren que se las "recarguen". Haberlo dicho antes. Sigan haciendo su alboroto y verán cómo el PRI se las recarga, hasta que ya no les quepa.
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