Peña Nieto no lee...

PrilenioUna de las lecciones que dejó la campaña presidencial de 2012 en México fue la importancia de las redes sociales no sólo para la difusión de las propuestas de gobierno, sino sobre todo en la construcción de la imagen pública de los candidatos participantes. Como nunca antes, los electores se formaron una opinión de los diferentes actores políticos en buena medida como resultado de su presencia, afortunada o no, en esas comunidades virtuales.

El supuesto ganador de los comicios, Enrique Peña Nieto, del PRI, enfrentó el repudio y la burla generalizados en Internet, especialmente a partir de su resonante pifia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuando fue incapaz de nombrar tres libros que hubieran marcado su vida. Bastó ese incidente, por cierto no menor, para que Peña Nieto fuera de inmediato tildado de ignorante, hueco, tonto, frívolo; y para que se contaran miles de chistes en torno a un mismo argumento central: Peña Nieto no lee.

Fue este primer golpeteo cibernético el que abolló el casco del hasta ese momento considerado insumergible Titanic tricolor. En marzo, el incidente de la Universidad Iberoamericana, de donde Peña fue literalmente echado a patadas por los estudiantes, prendió las alarmas en la dirigencia priísta -y en el gobierno calderonista, según se sabría después-, y movilizó el viejo aparato corporativista con dos objetivos: tapar el agujero hecho por los jóvenes debajo de la línea de flotación de la campaña, y ganar "como fuera" las elecciones. Lo consiguieron gracias a las viejas mañas y a la compra masiva de votos del segmento más ignorante de la población.

Al triunfo de Peña Nieto contribuyeron de forma importante diferentes medios de comunicación, abiertamente alineados con el priísmo y su candidato. Auténticas vergüenzas del periodismo, esos panfletos impresos y electrónicos, alguno de los cuales el lector podrá identificar aquí, hicieron a un lado su labor informativa para dedicarse en cuerpo y alma a ser propagandistas de Peña Nieto y feroces críticos de los otros candidatos. Es en esas glorias del periodismo mexicano que se inspira este blog, como una crítica-homenaje a la basura periodística más abyecta que ha existido en este país.

Peña Nieto no lee... no le interesa, pero sí que publica, sí que hace escuchar su voz y la de su gobierno en la Red, así sea a través de gacetilleros a sueldo y plumas de alquiler. Hacía falta un medio informativo digital para dar a conocer las múltiples bienaventuranzas que le esperan a México con un Presidente que no sólo es estadista, sino (y principalmente) galán. ¿De qué sirve el político más honesto, más preparado, si su imagen no cautiva en la tele? ¿Qué sentido tiene la política si no es posible medirla en puntos de rating? México necesita un Presidente al que su público, que diga sus compatriotas, puedan no sólo aplaudir, sino admirar. Para eso nace PRI-lenio,  para ser el portavoz de la Buena Nueva peñista; para informar más que con veracidad, con popularidad; para que a través de sus editoriales, los mexicanos puedan conocer las encuestas que otorgan a Peña el 99.9% de aprobación en todos los rubros imaginables, desde su paquete económico hasta su paquete... a secas. Para cantar, a través de sus columnistas y opinólogos, las merecidas loas a un gobierno... de telenovela.

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