Con la llegada del nuevo año llegaron también los beneficios prometidos por el Presidente Peña Nieto en 2013, cuando celebró jubiloso la aprobación de la reforma energética que, hay que decirlo, tuvo el acierto y la valentía de impulsar.
Y es que, aunque no faltan las voces pesimistas, sobre todo en esa izquierda mexicana tan obtusa y cerrada a los cambios mundiales, lo cierto es que en este inicio de 2014 se avecinan buenos tiempos para México. ¿En qué me baso? Pues carajo, en la sabiduría popular: ¿no dice la sabiduría política de este país que si al Presidente le va bien, a México le va bien?
Se necesita ser muy torpe o muy ciego, o ambas cosas, para negar que con la reforma energética a Peña Nieto le irá no solamente "bien", sino MUY bien: excelente, super, chingón, etcétera. Imaginen los negociazos que podrán hacer el Presidente y sus aliados con las compañías extranjeras, ¿creen que eso no es "irle bien"? Bueno, pues como si a Peña Nieto le va bien, a México le va bien, podemos estar tranquilos: seguramente este año será de grandes beneficios para México. ¡Feliz 2014!
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